Participaba recientemente en un debate en el que se abordaba el papel de la logística en el contexto económico y empresarial actual. En realidad, no había debate entre los ponentes, sino más bien unanimidad. Nos encontramos en un momento en el que la logística está jugando su papel más esencial en prácticamente cualquier sector de actividad, aportando y generando ventajas competitivas de una manera clara y directa. Es posible afirmar con rotundidad que, en el momento presente, la gestión de la Supply Chain (SC) debe ser óptima para alcanzar los resultados globales de una empresa, y que, de no serlo, se abocará al fracaso al mejor de los proyectos empresariales. Nuestra vorágine del día a día nos impide en ocasiones tener una visión más estratégica, pero lo cierto es que siguen llegado, y para quedarse, innovaciones aplicables al concepto y el diseño de la SC.
Tanto la sociedad en su conjunto como los individuos que la conforman están cambiando sus necesidades de consumo, y esto es algo que, desde nuestra posición de Operador Logístico, y con una visión global que abarca desde el aprovisionamiento de la materia prima hasta la entrega del producto terminado, nos interesa sobremanera:
- Consumidores más exigentes, con sobreoferta de información.
- Cultura del consumismo, con mayor frecuencia de compra y menores importes medios.
- Productos personalizados y a la carta. El cliente elige no sólo qué producto y cómo lo quiere, sino también dónde y cuándo lo recibirá.
- Mayor conciencia ecológica y social.
- Cambios demográficos, como el incremento de los hogares de una sola persona, el envejecimiento de la población, inmigración o brecha digital.
Lee el artículo completo de Jaime Villanueva en la edición impresa de la revista nº 306 de Negocios en Navarra.