El primer ordenador que tuvo Óscar Rived Cristóbal (febrero de 1970), y que aún conserva como un tesoro, era un Sony MX de 8 bits. Se lo compró su madre en El Corte Inglés a plazos. Aunque solo tenía 14 años, asegura que ese momento supuso el origen de su vida actual. “Desde que tengo uso de razón siempre me ha atraído la informática”, señala. Aunque es ingeniero eléctrico de formación por la Universidad Pública de Navarra (aún no se habían creado los estudios de Ingeniería Informática), su trayectoria profesional siempre ha estado ligada a los ordenadores. Líder en diferentes proyectos internacionales como en Colombia o en Chile, países en los que residió y donde fundó su empresa, es socio de la consultora Larraby, con sede en Noáin.
El nuevo máximo representante de Atana (Asociación de empresas navarras de TIC) entró en la junta directiva hace siete años como vocal. Con 45 socios, Atana se encuentra en proceso de crecimiento. “El perfil del socio es un reflejo de la sociedad navarra. Gran parte de nuestros asociados son sobre todo pymes aunque tenemos grandes empresas, privadas, públicas, centros tecnológicos…”. La línea de acción que va a defender durante su presidencia es situar al asociado en el centro para conseguir que sea más innovador, haya una mayor colaboración y por lo tanto, se genere un mayor negocio.
Lee la entrevista completa en la revista Negocios en Navarra número 312.